lunes, 7 de enero de 2013

¿Ser o hacer?

Por mucho que nuestro mundo sea pragmático, no todo en nuestra existencia debe responder a una utilidad concreta. Por mucho que lo que hacemos ayude a expresar lo que somos, somos mucho más que lo que hacemos. Por mucho que se esfuercen los albañiles, en vano se cansan si el Señor no construye la casa; por mucho que vigile el centinela, en vano se cansa si el Señor no guarda la ciudad.
Por esencia, nuestra vida de monjes debe ser una inutilidad, como inútil es el grano de trigo, que si no cae en tierra y se deja morir, jamás llega a producir fruto alguno. La ociosidad es enemiga del alma, pero cuando el monje pospone las cosas del espíritu por las realidades contingentes, olvida al Creador para entretenerse con la criatura.


No hay comentarios:

Publicar un comentario