lunes, 13 de mayo de 2013

Apotegmas de un monje a sí mismo


9.- Los apóstoles reunidos en oración. Monje, que no te canse la salmodia, a pesar de que todas las semanas repitas los mismos salmos, e insistas cientos de veces en una súplica que ni siquiera te pertenece. Los apóstoles estaban reunidos en la oración y, cuando vino el Espíritu Santo, su luz les hizo conocer los secretos escondidos en los versos de los salmos, que manifestaban por qué el Señor debía padecer, y morir, y resucitar al tercer día, para hacer posible nuestra eterna unión en el seno de la Trinidad. Entrega tu vida a la adoración, pues en amar al Dios único y trino encontrarás la perfección de tu gozo.

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