jueves, 9 de mayo de 2013

Apotegmas de un monje a sí mismo

8.-La acción de gracias. Monje, no seas pedigüeño en tu oración, no olvides lo mucho que Dios ha hecho por ti, pues todo lo que Cristo ha hecho, también por ti personalmente lo ha hecho. Por ti se encarnó, para que tu ser humano fuera rescatado del poder del mal; para ti predicó, por ti recorrió tantos caminos y habló a tantos; para convencerte curó a tantos enfermos; para mostrarte cuánto te quiere Dios hizo el bien a tantos como tú; por tus pecados se entregó a la Pasión y a la Muerte; en la Cruz te rescató y bajó a la sepultura para que tú no temieras su irremediable horror; por ti resucitó, para que la vida triunfara también en ti; por ti ascendió al Padre, para que tu ser humano estuviera junto a Dios; y a ti te envía el Espíritu de la Verdad, para hacerte testigo de su señorío sobre lo visible y lo invisible.

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