martes, 11 de junio de 2013

Nilo el Asceta. Sobre la oración.


Sabiendo custodiar el fruto de la benevolencia y de la caridad por tus sinceros hermanos, reza por el enfermo para que se mejore y para que en futuro camine llevando su cama, por gracia de Cristo. Amén

Si uno quiere preparar un perfume con un buen aroma, pondrá por partes iguales, según la ley, incienso puro, canela, ónix y mirra. Éstos corresponden a las cuatro virtudes. En efecto, si éstas están puestas en cantidades iguales y por partes iguales, el intelecto no será entregado al enemigo.

El alma purificada por el cumplimiento de los mandamientos hace que la condición del intelecto se mantenga firme y capaz de recibir el estado deseado.

La oración es la unión del intelecto con Dios; ¿en qué estado necesita pues el intelecto encontrarse para poder tenderse hacia el Señor, sin darse vuelta. y conversar con Él sin ningún intermediario?

Si Moisés, tratando de acercarse a los arbustos que ardían, no pudo hacerlo hasta tanto no se hubo quitado el calzado de los pies, tú que quieres ver a Aquel que supera todo sentido y todo pensamiento, y conversar con Él, ¿como no te desprenderás de todo pensamiento pasional?

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