sábado, 28 de febrero de 2015

Speculum Caritatis. Te buscaré, Señor, amándote.

3.- Mientras tanto, Señor, te buscaré, y te buscaré amándote, porque el que avanza amándote, ciertamente te busca, y el que te ama perfectamente, ese es, Señor, el que te encuentra.

Verdaderamente, no hay cosa más justa que el amor que te profesa tu criatura, a la que has dado ese mismo poder de amarte.

Los seres irracionales y carentes de vida no pueden amarte, no tienen capacidad para ello. Tienen, sí, su propia misión, su propia forma, su puesto propio; pero por él no son ni pueden ser felices con la felicidad que da tu amor, sino que su belleza y bondad fueron sabiamente ordenadas por ti para contribuir a la gloria de aquellas que pueden ser felices porque pueden amarte.

Elredo de Rieval
El Espejo de la Caridad

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