viernes, 13 de marzo de 2015

Apotegmas de un monje a sí mismo

Memling  La Virgen mostrando al Varón de Dolores

74.- La Pasión del Señor. Monje, ¿qué contemplas en Jesús cuando fue insultado, cuando con mentiras procuraron su ejecución, cuando fue desnudado y bárbaramente azotado, cuando arrancaron a trozos con extremo dolor su piel y su carne, cuando se burlaron de él coronándolo de espinas, cuando lo condenaron a muerte, cuando arrastró el madero de la cruz entre las burlas de Jerusalén, cuando taladraron sus miembros y lo levantaron en alto, cuando sufrió la atrocidad de la asfixia y cuando, por fin, expiró entre la furia de sus enemigos? ¿Realmente consigues ver la revelación de la gloria del Dios en semejante fracaso? Ni siquiera la Madre del Señor, traspasada de dolor, pudo llegar tan lejos. Sólo la gloria del Resucitado confirió sentido a una entrega tan llena de amor. Alaba, pues, monje, con todas las fuerzas de su ser, la humillación a través de la cual llegó el Señor a la gloria de la Pascua.

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